Embarazada en verano
Bebe mucha agua
El calor puede provocar que sudes más de lo normal. Asegúrate de beber mucha agua para hidratarte, refrescarte y bajar tu temperatura corporal.
Además de agua, puedes beber zumos de frutas o bebidas isotónicas, que te aportarán vitaminas y sales minerales y te ayudarán a rehidratarte rápidamente.
Fruta fresca y ensaladas contra el calor
En verano evita grasas, salsas y guisos, que producen digestiones pesadas y aumentarán tu calor corporal. En su lugar, opta por recetas de verano, ensaladas y fruta de temporada como la sandía, el melón, los melocotones, la piña…
No olvides también tomar las raciones recomendadas de pescado, verduras y alimentos ricos en fibra.
La ropa holgada te hará sentir más cómoda
Vestidos, pareos, bikinis… El verano es ideal para vestir ropa ligera que te haga sentir cómoda y que no suponga ninguna molestia.
Evita materiales sintéticos. Tejidos como el algodón y el lino son tus principales aliados contra el calor.
No es tan malo como crees
Muchas madres que han tenido varios embarazos afirman que prefieren la sensación de calor a la del frío del invierno. Refrescarse en la playa, llevar menos ropa… ¡parece que todos son ventajas!