Guía para frenar el cambio climático desde casa
Muévete en transporte público o bicicleta
Millones de coches hacen desplazamientos a diario con un solo ocupante, lo que supone una gran emisión de gases nocivos para el medio ambiente. En la medida de lo posible, limita tu uso del coche. Evita cogerlo para desplazamientos que podrías hacer andando o en transporte público.
Cada vez son más los que se animan a moverse por su ciudad en bicicleta. Además de dejar de emitir CO2 al aire, harás ejercicio.
Reduce tu consumo de energía
El incremento del consumo de energía en los hogares implica la explotación de recursos destinados a la creación y transporte de esa energía. Si todos los hogares redujeran su consumo, implicaría una amplia reducción en la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
Ahorrar agua o reducir tu consumo de luz ayuda al medio ambiente y, además, supone un ahorro en la factura de tus suministros.
Recicla en casa
Separa la basura en casa. Reciclar permite la reutilización de materias primas como el plástico, el vidrio y el papel, que de tenerse que producir de cero conllevarían grandes costos materiales y de energía.
Evita los aerosoles
Desodorantes, pinturas y productos de limpieza en spray contienen gases que pueden dañar la atmósfera. No uses este tipo de productos si quieres ayudar a frenar el cambio climático.
Compra productos locales
Quizá es uno de los consejos más difíciles de realizar, pero que tiene gran impacto en la atmósfera. El hecho de comprar alimentos que provienen de países lejanos implica una cadena de transporte que repercute en la producción de gases invernadero. Si compras productos de entornos locales se reduce esta emisión, además de ayudar a crecer a la economía de tu zona.
Planta árboles y plantas
Las plantas se alimentan básicamente de CO2, por lo que constituyen un gran aliado en la lucha contra el cambio climático. Evitar la deforestación es clave, así como repoblar espacios quemados o plantar vegetales en nuestro balcón.